sábado, 25 de noviembre de 2023

 

AUTORIDAD PALESTINA.

Michael Mansilla

24.11.2023

"No entraremos a Gaza en un tanque militar israelí”, como lo expresó sin rodeos, el presidente de la Autoridad Palestina insiste, consciente de las desastrosas implicaciones. Israel juro destruir al grupo Hamas, pero los israelíes no piensan en volver a ocupar la franja de Gaza; supuestamente.

Jordania y Egipto   cerraron sus fronteras en el Paso de Rafa y Cisjordania respectivamente. No quieren caer en el juego de recibir refugiados, para que luego Israel les niegue el regreso. ¿Pero quién gobernara Gaza y cuál será su status quo? o ¿Israel solo ocupara una vaciada parte norte de la Franja de Gaza?

En una parte del mundo que ha desafiado durante mucho tiempo a las buenas intenciones de diversos pacificadores. Una vez de terminado el conflicto en Gaza, y suponiendo que Israel expulsa a la milicia de Hamas de la Franja de Gaza, ¿qué tipo de gobierno lo reemplazará? ¿Será aceptado por los 2,5 millones de habitantes de Gaza que viven allí?

El candidato favorito para el puesto en Estados Unidos y las Naciones Unidas es la Autoridad Nacional Palestina, o ANP. Pero la ANP ha fracasado reiteradamente, ejerce un autogobierno de enclaves inconexos. limitados a solo el 22% de la superficie de Cisjordania.  Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, dijo que una Autoridad Palestina "con suerte revitalizada" era "el mejor de los casos". Pero no lo es.

En primer lugar, sin embargo, hay que tener presente la opinión de los de los ciudadanos de Gaza. Si bien algunos habitantes de Gaza se están volviendo ahora contra Hamás debido al caos infligido tras los ataques terroristas contra Israel el 7 de octubre, no muchos quieren que la Autoridad Palestina simplemente tome el poder. "La Autoridad Palestina ya no tiene popularidad en Gaza". "Si ellos gobiernan Gaza, definitivamente tendremos una guerra civil".

El grupo ha sido visto durante mucho tiempo como ineficaz y corrupto, razón por la cual los habitantes de Gaza votaron por primera vez para que los fanáticos religiosos de Hamas llegaran al poder en las elecciones de 2006.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, tiene 86 años y sufre problemas cardíacos, lo que lo hace difícilmente apto para una tarea de gobierno tan exigente. La Autoridad Palestina, insiste, sólo se involucrará si se logran avances en la cuestión mucho más complicada de un Estado palestino independiente en Cisjordania y Gaza.

Incluso si la Autoridad Palestina asume el control político de Gaza, está la cuestión aparte del control de seguridad. Las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina han fracasado en imponer la ley en Cisjordania, donde teóricamente están a cargo. Al parecer la ANP desconocía la existencia de miles rifles AK-47, explosivos y lanzacohetes.

Un raro consenso, nadie quiere gobernar Gaza.

Sin embargo, sobre un tema existe un raro consenso. Nadie quiere que Israel vuelva a estar a cargo de Gaza. Ni los vecinos árabes de Israel, ni la comunidad internacional en general, ni el propio Israel, que se retiró de Gaza en 2005. La mayor parte del gobierno de Netanyahu está dispuesta, a largo plazo, a dejar que alguien más tenga una oportunidad en lo que consideran una tarea ingrata y suicida.

Probable es que una coalición de naciones árabes como Egipto, Marruecos, Jordania y Arabia Saudita proporcionen tropas y personal a Gaza. Una administración temporal, en espera de elecciones para para formar un gobierno en la Franja. El primer ministro israelí, Netanyahu dijo que Israel debería mantener el control general de la seguridad después de la guerra "con la capacidad de entrar cuando queramos para matar terroristas".

"No habrá Hamás. No habrá ninguna autoridad civil que eduque a sus hijos para que odien a Israel, para que maten a israelíes y para que destruyan el Estado de Israel. No puede haber allí una autoridad que pague a las familias de los asesinos. Tiene que haber algo más ahí", afirmó.

Ya se ha confirmado la creación de un cordón de seguridad o tierra de nadie 1, 5 kilómetros de ancho (tierra expropiada a la Franja de Gaza), con un doble muro o enrejado, recorridos por caminos internos. Casi una réplica del Muro de Berlín, aunque no se mencionó minas antipersonales, prohibidas por la mayoría de los países, pero que no se cumple.

Pero Israel es consciente de la imposibilidad de gobernar 2.5 millones de personas en ese espacio tan reducido, -320 km2-con torres de apartamentos, saturado de viviendas, con laberinticos y estrechos pasajes, los soldados estarían expuestos a francotiradores y bombas continuamente. Israel puede eliminar a Hamas del gobierno, como partido político. Pero Hamas u otros grupos sucesores, se convertirán en grupos terroristas, camuflados en la gran urbe como civiles.

Visita de Blinken.

En una visita reciente a Medio Oriente, Blinken se reunió dos veces con Abbas y expresó su agradecimiento por sus esfuerzos en Cisjordania para mantener la calma. "Me reuní dos veces con el señor Abbas" dijo el secretario de estado, Antony Blinken. Pero Abbas le hizo reafirmo su sentencia "La Autoridad Nacional Palestina solo aceptara el resultado de las urnas"

Insurgencia formidable. Sin embargo, esas fuerzas podrían resultar tan desagradables como lo fueron los soldados británicos y estadounidenses en Irak y Afganistán. Hamás presentará a los nuevos señores de Gaza como colaboradores israelíes y podría crear una insurgencia formidable. "Las fuerzas árabes pueden encontrarse frente a un foco de insurrección", dice el coronel Tim Collins, un veterano de la campaña británica en Irak. En Egipto el dictador Gral. Abdelfatah Al-Sisi, apenas se mantiene en el poder. La economía no sale de la recesión y la segunda fuente de ingresos el turismo, prefieren lugares tranquilos. Las pirámides están y seguirán estando allí por otros 10 mil años, pero hay muchos generales que deseosos del puesto de Al-Sisi.

Marruecos a la crisis económica y el empobrecimiento general, se le suma la "desaparición " del rey Mohamed V. Probablemente enfermo e internado en alguna clínica europea. "El rey no está, ni se le espera" seria la frase perfecta. El príncipe saudí Mohamed bin Salman "el carnicero", es oficialmente gobernante interino, pero no coronado y tiene muchos "primos" que aprovecharían cualquier descontento para sustituirlo.

La opción de la Liga Islámica podría ser otra opción, pero muchos de los grandes jugadores como Pakistán o Indonesia ni siquiera reconocen a Israel.

Si Gaza continúa siendo utilizada como plataforma de lanzamiento para los ataques terroristas de Hamás, Israel no puede quedarse de brazos cruzados, añade Shalom Ben Hanan, ex oficial de inteligencia israelí y miembro del Instituto Internacional de Contraterrorismo de Israel.

"Probablemente habrá una insurgencia y será un desafío mantener a nuestro propio ejército fuera del área, si hay problemas de seguridad", dijo. "No habrá manera de que Israel acepte que las organizaciones terroristas vuelvan a surgir en Gaza, y mucho menos que se repitan las masacres del mes pasado".

Itamar Yaar, ex subjefe del consejo de seguridad nacional de Israel dice que, si bien la actual operación militar israelí no "eliminará hasta el último Kalashnikov", cualquier insurgencia debería ser manejable. "No será arroz y flores todo el tiempo, pero con Estados Unidos presionando a todos los actores, creo que las cosas se pueden controlar".

Para Israel la zona más estratégica es al norte del Rio Gaza. Están a una distancia más próximas a las ciudades cercanas a la Franja o hasta Tel-Aviv o Jerusalén. Este rango de distancia se pierde desde un cohete lanzado desde el sur de Gaza y la "Cúpula de Hierro" se optimizará por lo que podría neutralizar cualquier tipo de misil antes de que ingrese al espacio aéreo israelí.

Pero no será sólo una cuestión de fuerza física. Ben Hanan señala que, además de unos 30.000 combatientes, Hamás tiene unos 70.000 funcionarios y activistas en nómina, cuya ideología tendrá que ser cuestionada "como los nazis en Alemania" en la posguerra.

Shalom Ben Hanan se refiere a los miembros de las SS que solo cambiaron su uniforme con la esvástica, por el de simples policías. Aunque la mayoría había cometido algún crimen de guerra, no se juzgó a todos, solo de alto rango. La nueva Alemania Occidental necesitaba policías. Lo soviéticos constituían una mayor amenaza.

Papel de la O.N.U.

Parte de eso puede implicar frenar el papel de la ONU en Gaza, donde los israelíes dicen que no ha logrado actuar como una presencia neutral. De particular preocupación israelí es la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA). Los grupos de defensa israelíes lo han acusado durante mucho tiempo de permitir que se enseñe material antisemita en sus escuelas y se quejan de que algunos de sus 30.000 empleados apoyan a Hamás. Es que realmente si es la O.N.U quien financia la escolaridad donde Hamas ha incorporado el Corán y comienza con un entrenamiento militar a los 14 años. Tambié subsidia la salud y a los funcionarios civiles. Los funcionarios civiles tienen que estar afiliados al partido Hamas.

Los analistas en geopolítica internacional cuestionan la capacidad de la O.N.U de ejercer un papel de seguridad. Sus Cascos Azules perdieron Haití y en una docena de conflicto en África. Además de varias tropelías, se destaca principalmente el abuso sexual de menores.

Las Naciones Unidas llegan para crear grandes campamentos de refugiados y repartir asistencia sanitarias y alimenticias. Pero basta ver ejemplos como los casos de los refugiados somalíes en Kenia, donde la policía keniata no se atreve a entrar a esos asentamientos, controlados por Al-Shafta , la milicia terrorista islámica, también de origen somalí.

Sin embargo, como cualquier otro aspecto del futuro de Gaza, por el momento eso no es más que una ilusión. Y, como han demostrado con demasiada frecuencia los intentos de paz anteriores, ninguna de las partes consigue exactamente lo que quiere. Para tomar prestadas las palabras del Sr. Guterres, un acuerdo que no deje a ninguna de las partes completamente contenta y que presente un alto riesgo de fracaso, puede ser el "mejor escenario" que cualquiera pueda esperar.

Ehud Barak, antiguo primer ministro.

Ehud Barak, antiguo primer ministro israelí que ahora tiene 81 años, observa la guerra más grande de Israel desde la barrera, después de haber sido comandante de las fuerzas especiales y décimo primer ministro de la nación de 1999 a 2001. Lo hace con una mezcla de horror y desprecio por el líder actual, Benjamín Netanyahu.

"No lo envidio, no es fácil", dice sobre el actual liderazgo de Netanyahu en tiempos de guerra. "Ha empezado con mal pastel". Subraya que Netanyahu no fue el único responsable del mayor fallo de seguridad en la historia de Israel, que tomó por sorpresa a todo el país. "Todos los jefes de las fuerzas armadas, el jefe de inteligencia, el servicio secreto, nuestro MI5, todos dijeron que no cumplimos con nuestra responsabilidad y no cumplimos".

Observa con cierto desdén que Netanyahu ha tratado de echarle la culpa de la catástrofe a cualquier parte menos a él mismo. "Quien lo conoce sabe que nunca lo hará él mismo. No esperes a que admita la responsabilidad de las cosas", afirma.

"El verdadero desafío [para Netanyahu] es que básicamente perdió toda la confianza en la gente. Las encuestas muestran ahora que el 70 por ciento de la población de Israel espera que Netanyahu dimita. La mitad de ellos dice que inmediatamente, otros dicen que después de la guerra".

"Desafortunadamente, esto no se puede lograr mediante el aire, la diplomacia o las retransmisiones televisivas; exige, nos obliga, a desplegar fuerzas terrestres".

Las cifras de muertos de Hamás son difíciles de verificar, pero no hay duda de que el número de muertes de civiles ya es elevado. Barak insiste en que "estamos comprometidos con el derecho internacional". Sin embargo, continúa advirtiendo que "cuando se actúa con fuerza, incluso con la fuerza aérea, gradualmente se erosionará el apoyo [internacional] a Israel que al principio era universal".

Barak también tiene la esperanza de que el control de Gaza pueda ser entregado a la Autoridad Palestina, encabezada por el líder del movimiento Fatah, Mahmoud Abbas, una vez que termine la guerra.

Egipto, no queremos la devolución: 'no, lo conquistaste en el 67, ahora es tuyo y nunca volveré a poner mis manos en él'",

Algo que no se conoce mucho es que Israel ofreció devolver la Franja de Gaza repetidamente desde 1967 hasta los acuerdos de Oslo. Gaza fue parte de la Palestina de Siria o británica, hasta el fin del mandato británico y Declaración de independencia de Israel, que provoco la guerra de con sus vecinos árabes en 1948.Aunque el Estado hebreo sobrevivió, perdió la Franja de Gaza a manos de Egipto y volvió a ser parte de Israel en 1967.

Por un breve tiempo estuvo bajo la administración de la Autoridad de Administración Palestina hasta el triunfo en las urnas de Hamas debido al descontento social y económico. La expulsión de la Autoridad Palestina de Gaza después de perder las elecciones y una posterior guerra civil a manos de Hamás.

Hosni Mubarak, entonces presidente de Egipto, había advertido a Barak que no deseaba gobernar Gaza él mismo si Hamás era derrocado. "Él dijo: 'no, lo conquistaste en el67, ahora es tuyo y nunca volveré a poner mis manos en él'", recuerda Barak.

"Básicamente dijo: 'No puedo darme el lujo de volver al poder en la Franja de Gaza apoyada en las bayonetas israelíes'. Fue una respuesta bastante lógica pero no me gustó".

"Tengo la esperanza que todos los socios para la paz -Egipto, Jordania, la Autoridad Palestina, incluso los saudíes o los miembros de los Acuerdos de Abraham- si los necesitan el día después [de la guerra], deben creer que Israel tendrá en cuenta algunos de los problemas que surgieron con todo este evento".

El conflicto de Gaza de limitarse en el tiempo. El 80% del ejército israelí estaba en Cisjordania, antes del 7 de octubre, ahora su presencia mínima y compuesto por reservistas y reclutas. Hamas puede estar concentrado en el desgaste de tropas y armamentos. Puede ser en espera que la milicia libanesa  Hezzbollah -apoyada por Irán-, ataque por el norte y por los Altos del Golán.

Ya han muerto centenas de militares, y cada uno es hijo de alguien o padre de alguno, y ya no desean tanto la venganza, si no la paz. El mundo espera que el conflicto llegue a un fin. Sobrevuela el sombrío tema de un posible estallido de la Tercera Guerra Mundial, teniendo en cuenta el riesgo de que Irán, Estados Unidos y potencialmente incluso Rusia se involucren en el conflicto una vez que comience la invasión terrestre de Israel.

Alto al fuego y tregua entre Hammas e Israel al momento de entregar el articulo.

 Michael Mansilla

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UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias

lunes, 6 de noviembre de 2023

100 años de la República Turca, su único objetivo: perseguir sus propios intereses.


 100 años de la República Turca, su único objetivo: perseguir sus propios intereses. 

"El domingo 29 de octubre Turquía (oficialmente Turkiye) celebrará su centenario con mucho orgullo. Será una celebración de la república laica instaurada por Mustafá Kemal Atatürk en 1923 y un hito personal para el presidente Recep Tayyip Erdoğan. Pero el islamismo nunca se fue y el neo-otamismo lo representa Erdogan."Las mezquitas son nuestros cuarteles, /las cúpulas nuestros cascos, /los minaretes nuestras bayonetas/ y los creyentes nuestras soldados. Ziya Gokalp. 

Después de ser un Estado no beligerante durante la Segunda Guerra Mundial, la opción geopolítica de Turquía fue anclarse a Occidente uniéndose a las instituciones internacionales que dieron forma al orden global al final de las hostilidades. Entre ellos se encontraban las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el Consejo de Europa, la OTAN y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. 

Posteriormente, Ankara fue miembro fundador de la Organización de la Conferencia Islámica (1969) y de la Organización de Estados Túrquicos (2009). Es el único país que ha integrado su industria manufacturera con la Unión Europea a través de una unión aduanera (1995). 

Kemal Ataturk. 

Para comprender el dilema de Erdogan, es útil comprender la profundidad del compromiso de Turquía con el secularismo. Comenzó con el establecimiento mismo de la República Turca en 1923 y el rechazo del padre fundador Mustafá Kemal Ataturk del islam tradicional por considerarlo incompatible con su objetivo de establecer un Estado europeo moderno. Ataturk cerró el califato islámico, disolvió los tribunales religiosos, prohibió las sectas místicas y las escuelas secularizadas. Reemplazó la escritura árabe por la escritura latina. Prohibió el fez y prácticamente impuso el Homburg. Adoptó el código civil suizo y concedió el voto a las mujeres. 

A medida que el nacionalismo secular se convirtió en la religión de Turquía, los militares asumieron el papel de proteger el legado de Ataturk, lo que significó mantener a raya a los funcionarios electos y derrocarlos o socavarlos si era necesario. Por supuesto, el islam nunca fue extinguido. Si bien la mayoría de los turcos llegaron a considerarse turcos primero, todavía eran musulmanes. Y desde el principio, especialmente en el centro del país, el islam tradicional sobrevivió a pesar de la represión. Hasta el día de hoy, en lo que parece una expresión arcana y contraproducente del secularismo turco, a las mujeres que usan velo en la cabeza no se les permite asistir a las universidades ni trabajar en el gobierno. De hecho, las dos hijas del primer ministro Erdogan van a la Universidad de Indiana, donde pueden cubrirse el pelo y obtener un título al mismo tiempo. Su esposa no aparece en funciones estatales para que su pañuelo de diseño no provoque temores de una teocracia inminente. 

Antes del ascenso al poder del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en noviembre de 2002, la trayectoria de Turquía estuvo marcada por una serie de crisis políticas y económicas en las que los militares reafirmaron repetidamente su poder sobre el resto de las instituciones de la república. 

Bajo el gobierno del AKP, Turquía ha emprendido un vigoroso proceso de modernización económica y social al tiempo que restringía el papel de su ejército. La mejora de la infraestructura, los servicios de salud y la vivienda social literalmente cambiaron la faz del país. Es en este contexto que Ankara comenzó a negociar su adhesión a la UE en 2005, reformando inicialmente varios aspectos de sus políticas económicas, así como su arquitectura del Estado de derecho. 

Sin embargo, las libertades fundamentales se han reducido drásticamente en los últimos años. Con la adopción de una nueva constitución en 2017, las elecciones presidenciales de 2018 y la persistente negativa a acatar las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Turquía se ha alejado claramente de su camino inicial hacia la UE. 

Después de haber sido primer ministro desde marzo de 2003, luego elegido presidente tres veces (en 2014, 2018 y 2023) y haber reorganizado la gobernanza del país en torno a su función, Recep Tayyip Erdoğan también celebro el 29 de octubre su propia entrada en la historia del país. 

En un mitin de 2003, Erdoğan declaró: “En este país hay una segregación entre turcos negros y turcos blancos. Tu hermano Tayyip pertenece a los turcos negros”. Por “turcos blancos” Erdoğan se refería a las élites urbanas, seculares y kemalistas que dominaron la vida del país durante la mayor parte de los primeros ochenta años de la república, dirigiendo su administración, el ejército, el poder judicial, el mundo académico, los medios de comunicación y los negocios. Este tema ha sido una característica central de la carrera política de Erdoğan, ya que constantemente se posicionó como representante del segmento popular y religiosamente conservador del electorado.(“Reis”), un énfasis en los derechos religiosos y un resurgimiento cultural neo otomano , el éxito de Turquía se consideró inicialmente como propio de Erdoğan, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, durante la última década, el presidente turco ha introducido un sistema de gobierno unipersonal y una política económica ineficiente vinculada a su creencia de que las bajas tasas de interés reducirían la inflación. 

Un 60% de inflación, debido a que la modernización de Turkiye y los planes de bienestar social, ayudas directas especialmente en la Anatolia profunda, rural y pobre, pero la base islámica más conservadores fuente de los votos que lo mantiene en el poder han provocado un gran déficit. Igualmente, Erdogan gano las elecciones de 2023. 

Más recientemente, Erdoğan utilizó el segundo siglo de Turquía como lema de campaña, anunciando el Siglo de Türkiye como una hoja de ruta para elevar al país “por encima del nivel de las civilizaciones contemporáneas”. Una campaña de comunicación masiva en torno a esta idea ha ayudado a desviar la atención de la profunda crisis económica y monetaria. 

  

Su objetivo de “formar una generación piadosa” ha sido progresivamente rechazado por los turcos más jóvenes, especialmente desde las protestas de Gezi en junio de 2013, que marcaron el momento en que las libertades fundamentales comenzaron a ser restringidas consistentemente en Turquía. El partido gobernante sufrió una pérdida significativa de apoyo después de las elecciones de 2015 y tuvo que recurrir a alianzas políticas con partidos nacionalistas para conservar su mayoría parlamentaria. 

Erdogan , el nuevo Sultán. 

Hasta las elecciones de mayo, la mayoría de los observadores de la política turca se centraron (correctamente) en los planos de Recep Tayyip Erdoğan en materia de política exterior. Las preguntas sobre la política interna se concentraron principalmente en si Erdoğan regresaría a la ortodoxia económica y qué estrategia podría implementar para recuperar los gobiernos municipales en las elecciones locales del próximo año. Lo que está empezando a emerger, sin embargo, es el deseo de Erdoğan de involucrarse en ingeniería social para que las visiones del mundo y de la sociedad de sus electores reflejen las suyas. Este deseo tiene un fuerte trasfondo de nacionalistas paternalista que aislará a la población de Turquía de los valores y normas asociados con Occidente. 

Erdoğan ha luchado por superar el umbral del 50 por ciento necesario para mantener el poder en sus últimas tres elecciones presidenciales. Esto lo ha irritado, ya que ha quedado muy claro que la mitad del país no quiere que siga siendo presidente. Para ganar elecciones sucesivas en 2014, 2018 y 2023, Erdoğan se ha basado en un grado cada vez mayor en el autoritarismo, para asegurarse de conservar el poder. Los componentes más importantes de esta estrategia incluyen la captura del Estado y de los medios. En el caso del primero, el poder judicial, las fuerzas del orden y el gobierno por decreto ejecutivo han garantizado un aparato estatal que se ha convertido en uno con Erdoğan. El presidente decreta; el estado implementado. En el caso de este último, no es ningún secreto que Erdoğan haya supervisado la construcción de un entorno mediático abrumadoramente leal y dócil para hacer brillar su imagen.  

Sin embargo, a pesar de tener un abrumador control e influencia sobre las instituciones fundamentales, Erdoğan no ha podido ganarse los votos de las personas educadas, kemalistas, prooccidentales, laicas y de mentalidad crítica de Turquía. No es por falta de esfuerzo. A lo largo de su mandato como primer ministro de 2003 a 2014, muchas personas que se identificaban con uno o una combinación de estos grupos demográficos gravitaron hacia Erdoğan y su Partido Justicia y Desarrollo (AKP), principalmente porque el AKP de esa época se proyectó. exitosamente como una gran tienda de campaña. partido que generó crecimiento económico y estabilidad política y al mismo tiempo aparentemente posicionó a Turquía en el camino hacia la adhesión a la Unión Europea (UE). Ese AKP y el Erdoğan que lo dirigieron ya no existen.  

Pero más allá de las narrativas de campaña, sigue siendo cierto que Turquía se ha convertido en un actor independiente y asertivo en el escenario internacional. Con el apoyo de una vasta red diplomática, a lo largo de los años Ankara ha atravesado el fin de la Guerra Fría, el colapso de la Unión Soviética y décadas de agitación en su vecindario impulsada por un objetivo unívoco: perseguir sus propios intereses. 

Desde la ocupación del Norte de Chipre en 1974 hasta su apoyo a los países árabes en sus enfrentamientos con Israel; Desde el rechazo al tránsito de tropas estadounidenses por suelo turco al inicio de la Segunda Guerra del Golfo hasta su respaldo a los Hermanos Musulmanes de Egipto y las recientes operaciones militares en Irak, Libia y Siria, Turquía ha dado forma a su política exterior y a su política cada vez más autónoma, industria de defensa, en torno a su ambición de desempeñar un papel de liderazgo en Medio Oriente y más allá. 

Durante la última década, las relaciones entre Ankara y Moscú se han convertido en un punto álgido en las relaciones de Turquía con sus aliados occidentales. En 2019, Turquía recibió un sistema de defensa antimisiles ruso, lo que ilustra cómo el Kremlin ha logrado hacer de Turquía un instrumento de su propia política contra Occidente y la OTAN. 

Las operaciones militares de Ankara en el norte de Siria y su “política equilibrada” entre Rusia y Ucrania han hecho que la política exterior y de seguridad de Turquía sea menos consistente con su membresía en la Alianza Atlántica. Las elecciones de mayo de 2023 también han dado lugar a una política exterior más autónoma, nacionalista y conservadora que se ha visto obstaculizada por frecuentes inconsistencias y cambios abruptos de narrativa. 

Estos son visibles en el contexto de la invasión rusa de Ucrania, en la competencia con Egipto y Arabia Saudita por el liderazgo en Medio Oriente y en la voluntad de mediar en la guerra entre Israel y Hamás mientras simultáneamente se alinean con el liderazgo de Hamás. 

El presidente Recep Tayyip Erdogan acaba de ganar un tercer mandato sin precedentes frente a una dura competencia en las elecciones presidenciales de Turquía. Con esa victoria y una mayoría en el parlamento turco, es probable que Erdogan siga siendo el líder de Turquía y una espina clavada en Occidente en los años venideros. Pero Turquía, con su fuerte economía del tamaño del G-20, su experiencia diplomática, su fuerza militar y, sobre todo, su ubicación, es absolutamente esencial durante este momento peligroso. 

En última instancia, Turquía, al alcanzar los 100 años, enfrenta el desafío de hacer compatibles sus ambiciones internas y externas con sus limitaciones económicas estructurales y sus enormes deficiencias en materia de Estado de derecho. 

Pobre en recursos naturales, el país depende de los flujos financieros extranjeros (inversión directa y de corto plazo) y de la afluencia extranjera de tecnología e innovación. Ambos ámbitos dependen en gran medida del historial de Estado de derecho de Turquía. Hasta que Ankara reconozca este vínculo, Turquía tendrá dificultades para convencer a los inversores occidentales de que regresen al país. La prosperidad futura del país se basa en terrenos inestables. Su influencia también depende de su capacidad para aclarar sus alianzas y objetivos en lugar de enfrentarlos entre sí. 

Michael Mansilla. michaelmansillauypress@gmail.com 

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